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Investigación
Ted Bundy
1. Introducción
Theodore Robert Cowell, más conocido como Ted Bundy, nació en 1946 en Vermont, Estados Unidos. Fue criado por sus abuelos y su madre, Eleanor, sin conocerse la identidad del padre. Debido a la estricta puritanía de la familia y de la época, para evitar críticas y rechazo, sus abuelos lo criaron como su propio hijo, haciendo que su madre quedase expuesta a la sociedad como su hermana. Desde muy pequeño fue testigo de la violencia que su abuelo ejercía con su familia, sobre todo con su abuela.
En 1950, Ted se mudó con su madre a Washington. Allí, Eleanor conocería a Johnie Bundy. Es entonces cuando Ted asume el apellido Bundy, aunque nunca llegaron a crear un vínculo afectivo. En este período Ted comienza a mostrarse más tímido, aislándose del resto de la familia. También empieza a capturar y torturar animales. (Castillero Mimenza, O., 2018)
Estudió derecho y comenzó a salir con Stephanie Brooks. Más tarde, comienza psicología destacando como estudiante y entabla una relación con Elizabeth Kendall. A su vez, comienza a realizar labores comunitarias, llegó a ser voluntario en una línea telefónica que ayudaba a mujeres sexualmente agredidas y fue condecorado por salvar a un menor de ahogarse. (Castillero Mimenza, O., 2018)
Sus primeros crímenes confirmados empiezan en 1974. Por aquel entonces, Ted llevaba una vida exitosa y era considerado un ciudadano modelo. Los primeros 8 asesinatos los cometió de noche, aunque después comenzaría a atacar a plena luz del día. Continúa matando, a pesar de que su novia Kendall avisó a la policía de que su actual novio podría tener algo que ver con las muertes. En ese mismo año, Caroll DaRonch logra escapar del ataque de Bundy y logra identificarlo como su atacante, algo decisivo durante su juicio.
Es relevante señalar que, debido al poco avance tecnológico de la época, los estados no se encuentran bien comunicados entre ellos, provocando que, cuando Ted Bundy logra escapar de la cárcel, pueda mudarse a otro estado y siga cometiendo los atroces crímenes, los cuales serán investigados en los nuevos estados como crímenes sin precedentes y sin una base sobre la que asentar la investigación. Consiguiendo realizar así uno de los peores crímenes que cometió. Es detenido por robo de coche días más tarde y es en el juicio cuando se empieza a conocer todos los crímenes que ha cometido, condenándolo a muerte.
Acaba siendo ejecutado en 1989.
2. Análisis de personalidad teniendo en cuenta las variables que influyeron en su vida.
Analizando la personalidad de Ted Bundy a partir de las entrevistas que ofreció y las cintas grabadas, además de estudios acerca de su personalidad y en base a los criterios diagnósticos que nos ofrece el DSM-V; llegamos a la conclusión de que tenía trastorno divergente de la personalidad: psicopatía, cuyos criterios diagnósticos serán descritos más adelante.
Su conducta aparenta locura, pero en el examen mental aparece con sus facultades cognitivas intactas. De acuerdo con Hare, la relación entre la psicopatía y la violencia ha generado mucha discusión teórica. Sin embargo, pareciera crecer un consenso en que la violencia de los psicópatas se enraíza en un déficit de sus funciones afectivas.
A pesar de que, la psicopatía está frecuentemente relacionada con comportamientos antisociales e ilegales, no debe confundirse con la conducta criminal general. (López Miguel, M.J. & Núñez Gaitán, M.C, 2008).
El modus operandi de un psicópata como Ted Bundy es claramente diferente, lo mismo pasa con sus víctimas, las cuales elige a partir de un patrón diferenciado, ya sea raza, sexo, apariencia u ocupación. En el caso de Ted Bundy elegía sus víctimas por el sexo y la apariencia, siempre mujeres de unos 20-30 años morenas. Estas mujeres eran desconocidas para él, rasgo característico también de un psicópata, ejerciendo una violencia impulsiva y motivada, en este caso, por sadismo y oportunismo. Su violencia resultaba “instrumentalmente impulsiva” tienden a utilizar más amenazas y armas que los criminales violentos no psicópatas. En el caso de Ted Bundy es interesante hacer una aproximación a la conocida como “Tríada oscura de la personalidad” representada por el maquiavelismo, narcisismo y psicopatía.
Los maquiavélicos se caracterizan por el cinismo, astucia y manipulación de los demás (Christie y Geis, 1970; Fehr, Samson y Paulhus, 1992; Grazón y Seoane, 1996). Tienen pocas normas éticas y harán lo que sea necesario con tal de obtener el éxito. Aunque, los maquiavélicos pueden disfrutar del éxito real, no suelen ser escogidos como compañeros en las relaciones a largo plazo (Wilson, Near y Miller, 1998), en el caso de Bundy una de las razones que desencadenaron todos los asesinatos fue la ruptura con su primera pareja, que aseguraba ver en él algo “maligno”.
Por otra parte, los narcisistas se caracterizan por el egoísmo, por egocéntricos y por una positiva autoimagen (Paulhus, 1998). Aunque inicialmente son muy queridos por los demás, los narcisistas llegan a ser cada vez más impopulares (Paulhus y John, 1998). Representado, en este caso, en cómo al principio era una persona querida que incluso militaba en política, pasando por sus juicios llenos de mujeres jóvenes que lo defendían y apoyaban, hasta que al final de su vida su muerte en la silla fue aclamada por muchos. (Pozueco, J.M. & Moreno, J.M., 2015)
3. Valoración de las funciones mentales en el caso de Bundy.
Los rasgos de la conducta humana no están determinados exclusivamente por la herencia ni por el medio, sino que es el resultado de la interacción entre ambos.
Las bases biológicas de diversas partes del sistema límbico se han asociado con la agresión. (Muñoz García, J., Navas Collado E. & Fernández Guinea S., 2003) En el caso de Bundy no se ha realizado ningún estudio postmortem, por lo que no podemos concretar si tenía alguna malformación que hiciese evidente su conducta. Por lo que, tenemos que remitirnos a los hechos que en vida sí dejó patentes. A medida que avanzaba su vida cada vez era menos capaz de manejar sus emociones, por lo que, probablemente, tal y como dicen los científicos, tuviese un déficit de serotonina o no tenía la misma cantidad de flujo de ésta. Como resultado a esto, tenía baja empatía, lo que lo convertían en una persona fría y lejana, sin inhibición de las conductas violentas.
Por otro lado, es evidente el marcado factor genético, puesto que el abuelo era agresivo y mostraba trato degradante y humillante hacia aquellos que él consideraba de clase más baja.
Ahondando en los factores ambientales, las teorías de aprendizaje tratan de explicar las razones de la agresión:
- Aprendizaje por asociación: explica cómo los estímulos simultáneos llegan a evocar respuestas semejantes, aunque tal respuesta fuera evocada en principio sólo por uno de ellos.En el caso de Ted, es en su primera infancia, donde empieza a cazar animales para matarlos, realizando asociación entre matar y la sensación de satisfacción que le produce. Más adelante lo comienza a realizar con mujeres, de hecho, en una de las cintas grabadas realiza una similitud con este aspecto.
- Condicionamiento instrumental: describe como los refuerzos forman y mantienen un comportamiento determinado, mediante recompensas y castigos.A ello hay que sumarle que Ted tardó en ser arrestado y en cada crimen que cometía recibía la recompensa de la satisfacción, llenaba su ego al creerse mejor que las mujeres que mataba y los policías que no conseguían identificarlo. Todo ello lleva a vivir en un constante bucle de acción-reacción, en este caso recompensa que lleva a estimularlo hacia la repetición de la conducta.
- Aprendizaje social por observación: En este caso, Ted tenía la figura de su abuelo como referente paterno. Desde pequeño aprendió a solucionar los problemas con violencia, como su referente, a despreciar a otros por no ser tan buenos o inteligentes como él se creía.
- Aprendizaje psicogenético: Según Piaget (1992), el conocimiento se realiza de manera activa a partir de la acción que el sujeto realiza sobre el objeto. Afirma que los cambios externos pueden crear conflictos cognitivos y un desequilibrio, haciendo que la persona intente compensarlo, resolviéndolo mediante una nueva forma de pensar. En el caso de Ted en la infancia, los niños se burlan de él y empieza a sentirse infravalorado, lo soluciona cazando animales mientras los demás niños jugaban, sintiéndose así más importante.
Bundy es un ejemplo de cómo en una persona interactúan factores tanto biológicos como ambientales, que acaban conformando la personalidad. En este caso, derivando en una personalidad psicopática con rasgos narcisistas.
4. Análisis de su comportamiento desde la psicopatología criminal.
Bundy tenía personalidad psicopática, poseyendo conductas que le hacen entrar en conflicto con la sociedad, por desprecio de sus normas.
Comienza a desarrollar esta personalidad en su infancia: llena de mentiras, el abandono de su madre y abusos de su abuelo. Sin embargo, una vez que es adulto la idealiza, tanto es así que, no reconoce los abusos que sufrió ni las burlas de otros niños.
Para el psicópata lo lógico es la consecución de sus fines, cuando no lo consigue llega la frustración, demostrándolo cada vez que se siente humillado por otras personas o etiquetado como incapaz, así como las veces que fracasa en aspectos de su vida, por ello tenía tanto miedo a perder a su esposa, por la posible frustración de un nuevo fracaso y no por la posibilidad de ser herido emocionalmente. Por su personalidad psicópata carece de autocrítica, sin sentimientos de culpa por los crímenes que cometió, tampoco siente amor, empatía o culpa, aunque decía entenderlo no lo llegaba a sentir. Millon y Davis (2001) lo denominaron demencia o afasia semántica, que implica que los psicópatas son incapaces de entender y expresar el significado de experiencias emocionales, aun cuando puedan comprender el lenguaje.
No se considera culpable de sus crímenes y, asegura que, es la envidia que le tenía la gente por no sentir culpa, por lo que condenaron a pena de muerte. Muestra delirios de grandeza con tendencia a la mitomanía, asociados a los rasgos narcisistas, cuando decía que iba a ser presidente. En sintonía con ello, se encontraba su faceta narcisista: hablaba mucho de sí mismo y de lo que consiguió con el paso de los años.
En la cárcel comienza una tendencia toxicómana, según él para poder sobrellevar las horas en la celda. Además, cambia datos biográficos lo que nos lleva a resaltar síntomas disociativos, muy probablemente derivados del efecto de prisonización.
Cumple los criterios diagnósticos de la psicopatía, tal y como adelantábamos anteriormente, siguiendo las clasificaciones de Cleckley (1941) y Hare (1984): buena presencia, notable inteligencia, sabía cómo hablar y manipular a las personas, incluso llegaron a hacer una campaña para liberarlo. Era arrogante, narcisista, siempre con una sonrisa de superioridad y sabiendo que gusta al público. No aguanta que lo traten como uno más, ya que, para él era la persona más inteligente y especial. Estaba orgulloso que se hablase de él, se hiciesen eco los medios de comunicación de sus crímenes, no le importaba lo que dijesen, siempre y cuando se dijese algo, de hecho, cuando lo entrevistan no deja de posar con una de sus mejores sonrisas y hablando para la cámara.
La variedad de psicopatía de Bundy es desalmada, con gran impulsividad homicida y criminal, son crueles, fríos, disfrutan matando, asesinos natos. Carentes de principios morales, no les importa el dolor o el sufrimiento que sus acciones puedan causar en los demás, lo único relevante es qué van a sacar ellos de esas acciones, como hizo Bundy en los momentos en los que, quería atención mediática, utilizando a su última mujer pidiéndole matrimonio en un juicio o teniendo un hijo con ella. Su falta de sentimientos de culpa se traduce en todo tipo de justificaciones para sus actos, de modo que, el psicópata se muestra a sí mismo como incomprendido o víctima de la sociedad.
La psicopatía en su fase narcisista lo llevó a tal punto en el que despedía a sus abogados porque se creía mejor que ellos y por un sentimiento de grandeza que le hacía pensar más en cómo iba a ser recordado en un futuro que lo que le pudiese estar pasando en ese momento, de ahí vienen muchos de sus actos impulsivos y decisiones precipitadas que acabaron llevándole a ser condenado a muerte.
5. Conclusiones
Desde el análisis de su personalidad se contempla un trastorno de psicopatía, el cual provocó en Ted un funcionamiento diferente del cerebro que lo condujo a pensar y sentir de forma completamente distinta. Las características propias de este trastorno generan conductas violentas, las cuales muestran falta de empatía y sangre fría, algo que se observó en las escenas de crimen de Bundy.
Por otra parte, también se hizo una correlación de cómo influyeron en él aspectos biológicos y de aprendizaje, importantes a la hora de desarrollar un trastorno patológico de la personalidad. En Bundy incidieron ambos de manera negativa y, aunque en lo biológico no hay pruebas fehacientes, contamos con los datos de personalidad violenta del abuelo que nos puede llegar a decir algo de esta parte, dado que, ahora ya no se puede realizar ningún estudio de lo biológico. Lo que sí podemos afirmar es, como en todas las fases de aprendizaje y en los distintos tipos de aprendizaje que hay, Bundy toma como referencia la figura de su abuelo, del cual aprendió violencia. Siguiendo en esta línea, Bundy aprendió a través del aprendizaje operante, a través de, la recompensa de satisfacción que se daba a sí mismo cuando cazaba a los animales, por ejemplo, algo que afirmaba le hacía sentir más hombre.
La influencia de su personalidad, en todo lo que hacía, queda patente a través de todos estos datos, así como la importancia que tuvo en su desarrollo el ambiente y lo biológico, contando además con los hechos que han ido aconteciendo en su vida, la han ido marcando y moldeando, hasta el punto de llegar a asimilar los hábitos a la hora de matar. Desde la ocultación por parte de su familia de que, la que él creía que era su hermana era en realidad su madre, los insultos que recibía por parte de los otros niños, la ruptura que pasó de su primera pareja, la insatisfacción sexual que sentía con su primera mujer y los fracasos que había tenido en el mundo de los estudios propiciaron los acontecimientos que tuvieron lugar entre 1974 y 1978.
La psicopatía, junto el narcisismo y la búsqueda de satisfacción y reconocimiento, hizo que acabase rechazando ayuda, tanto sus abogados como personas del exterior, con propósito de llamar la atención. Tampoco permitió que se le cambiase la pena a cadena perpetua por asimilación de trastorno mental, algo que negó en todo momento, posiblemente motivado por los recuerdos de infravaloración de su infancia. Sólo buscaba ser recordado por todo el mundo, algo que su madre le negó los primeros años de su vida y que, luego, ya no le bastaba.
Las características en las que se desenvolvió su vida, el ambiente de la sociedad, el trauma que vivió de pequeño y su personalidad psicopática tuvieron una influencia directa en los crímenes que cometió en esos 4 años de su vida, que como bien afirmó unos días antes de morir, lo hubiese seguido haciendo de no haberlo encerrado.
Referencias
Castillero Mimenza, O. (2018). Ted Bundy: Biografía de un asesino en serie. [Psicología forense y criminalística]. Disponible en: https://psicologiaymente.com/buscar?q=ted+bundy [2018]
Douglas, B. S. & Widiger, T.A. (2007). Describing Ted Bundy’s Personality and working towards DMS-V. Independet Practitioner (2007), 27 (1), 20-22.
González Moraga, F.R. (2015). La tríada oscura de la personalidad: maquiavelismo, narcisismo y psicopatía. Una mirada evolutiva. Revista Criminalidad, 57 (2), 253-265.
López Miguel, M.J. & Núñez Gaitán, M.C (2008). Psicopatía versus trastorno antisocial de la personalidad. Revista española de investigación criminológica.1 (7).
Muñoz García, J., Navas Collado E. & Fernández Guinea S. (2003). Evidencias de alteraciones cerebrales, cognitivas y emocionales en los psicópatas. Psicopatología Clínica, legal y forense,3 (3),59-84.
Pozueco, J.M. & Moreno, J.M. (2015). La tríada oscura de la personalidad en las relaciones íntimas: psicopatía, maquiavelismo, narcisismo y maltrato psicológico. Boletín de Psicología, No. 107, Marzo 2013, 91-111.